
La casa de los Quirós
Situada 100 metros oeste de la Escuela República de Venezuela, encontramos una casa de adobe esquinera sobre una de las calles más importantes, que conserva las características originales de las construcciones antiguas de nuestro país.
Se trata de la casa de los Quirós, la cual a 10 largo de los años ha pertenecido a algunas familias escazuceñas; siendo los recordados hermanos Quirós Villalobos los que la conservaron por más tiempo. Fue eI I de diciembre de 1948 que contraían matrimonio Reinaldo Araya Herrera “Nando Araya” con Manuela Quirós Villalobos hija de José Joaquín Quirós Cervantes fallecido el 16 de junio de 1921 y
Josefina Villalobos Rubf fallecida el 24 de Julio de 1944 ambos en San Miguel.
Esta pareja todavía se recuerda por ser los mismos
propietarios de una pulpería situada trente a la esquina nor-oeste del parque de Escazú, actual Panadería Samuelito, siendo doña Manuela quien atendía la misma. Del año de construcción de la casa y de sus constructores poco se conoce por la antiguedad que posee, pero la misma se posiciona en un lugar estratégico en el centro de este pueblo
denotando el poderío económico de los que la habitaron por primera vez, con gruesas paredes de adobe, con techo de teja, fuertes zócalos, tapichel de madera con cañas, macizos largueros, ventanas con verjas de forja, pisos de ladrillo, patio con tapia donde se ubicaban las pilas, extenso solar el cual terminaba en el margen de rio la Cruz, pisos de piedra, hoy en la cochera y hermosos cielos rasos.

Datos esenciales
Arquitectura:
Colonial
Ubicación:
De la esquina sur oeste del Parque Central de Escazú 100 metros al oeste. Av 32, calle 138.
Uso actual:
Habitacional
Materiales:
Adobe, madera, tejas
Estado:
Bueno, con restauraciones

No podemos dejar de mencionar que la misma fue
habitada por la partera y centenaria dama doña Manuela Simona Guerrero Chávez y familia de la que se cuentan cientos de historias, citándose también como lugar de espantos y leyendas todavía presentes en la memoria colectiva de este pintoresco lugar.
Aunque la vieja casa ya no es habitada como hogar esta si es preservada con gran cuidado y mimo por sus propietarios siendo notorio eI excelente grado de conservación en el que se encuentra. Lográndose gracias a que cada año podan las plantas que rodean la construcción, pintan sus gruesas paredes y puertas, cambian las tejas rotas y se esmeran en preservar tan bonita estructura que embellece este pueblo. Cabe citar que, en ella el color crema o blanco hueso predomina sobre el azul de la “guarda”; siendo los colores que distinguen a esta joya del resto de casas antiguas de Escazú.
Esta construcción evoca la arquitectura tradicional
costarricense pues sus dimensiones no son tan amplias ni altas como las de las casonas antiguas restantes de este cantón, sino que su valor arquitectónico e histórico radica en su forma estructural. Sus finos acabados, así como por
10 verde de los árboles que la cobijan, esta construcción crea una de las imágenes más acogedoras y referentes de la “Ciudad de las Brujas”.








